Repudio del ARI ante los incidentes en el Foro en Defensa del Petróleo

Por Guillermo Bonarparte, candidato a la gobernación del Chubut por ARI

Ante los sucesos ocurridos en la jornada de hoy en ocasión de realizarse "El Foro en Defensa del Petróleo", evento al cual el ARI, múltiples organizaciones sociales, partidos políticos y destacadas figuras públicas del escenario nacional adherimos:
SEÑALAMOS
Una vez más el pueblo chubutense se vio privado de debatir sobre los alcances de los contratos petroleros y la política del sector debido a la decidida intervención violenta de quienes no tienen más razones que las de la fuerza.
Una bomba de estruendo estalló y lo corrompió todo. Mientras la gran mayoría de nosotros buscaba la calma, el Presidente de Petrominera, "Tano" Di Pierro, prefería sonreír.
Inútil fue la presencia del Sr. Martín Buzzi, uno de los encargados de llevar a cabo las contrataciones secretas con los ingleses. No sólo no pudo responder el porqué del sigilo de las negociaciones y los motivos que impulsaron ese acuerdo, sino que fue el primero en abandonar la sala, cuando el escenario exigía compromiso y responsabilidad. Su flaqueza dirigencial quedó expuesta.
Temiendo por su seguridad, en medio del humo y los golpes de puño, para tristeza de todos el cineasta Fernando "Pino" Solanas tuvo que retirarse.
No comprendemos por qué si el Gobierno y el Secretario General del Sindicato de Petroleros Privados del Chubut, Sr. Mario Mansilla, se encuentran tan seguros de las bondades de este contrato, no resistieron nuestros planteos y con su actitud consintieron a los violentos.
Intolerancia, intimidación, evasión, características de este gobierno que evidencian que la postura en la que tantas organizaciones sociales y políticas coincidimos frente a los indecorosos contratos petroleros, se ajustan a la verdad.
El debate continúa pendiente, y el ARI propone la inmediata concreción de uno abierto y televisado en directo a toda la provincia en el que los candidatos a la gobernación del Chubut de todas las fuerzas políticas puedan estar presentes.
Es tiempo que el gobierno deje de discutir con los fantasmas de su propio pasado. La sociedad y la democracia lo exigen.