Guillermo Bonaparte, candidato a la gobernación del Chubut

Comodoro Rivadavia, 19 de septiembre de 2007

Quienes no nos conformamos con una sola respuesta, quienes habitualmente salimos a buscar otra, a donde sea, el pasado domingo 16 sufrimos una gran decepción.
Observamos cómo la gran mayoría de nuestros comprovincianos se conformaba con la visión de la historia oficial: la del "Estamos trabajando, estamos creciendo, estamos mejorando: estos son los hechos".
Estamos tan habituados a ver lo público en crisis que cualquier pared que se levante nos parece un gran avance.
Estamos tan castigados con la ineptitud, que cualquier "logro" nos parece algo sobrenatural, casi mágico.
Si estuviéramos en un campo de concentración, mal vestidos, sin higiene ni cuidados, golpeados y castigados y sin saber por qué, y de pronto un guardiacárcel nos acercara un vaso de agua, la gran mayoría vería en ese gesto un rayo de esperanza. Creería que ese hombre es un hombre bueno, que se puede confiar en él.
Si alguien nos dijera que esa agua la sacó del bebedero de animales, que ese hombre se ríe de nosotros en privado con los otros guardias que nos golpean, y que todos los gestos de buena voluntad que tan asiduamente tiene para nosotros, no tienen otro destino que mantenernos conformes en esta esclavitud, muchos, la mayoría, no lo creerían.
Lloverían anécdotas y recuentos de los buenos hechos de este hombre, porque nadie quiere terminar de aceptar esta realidad en la que vivimos.
Sólo quienes buscan otras respuestas, lo creerían posible. Unos pocos intentarían comprobarlo y unos menos convencer a la mayoría.
Por eso mi agradecimiento a todos ustedes, a los que no se conformaron con una sola respuesta, a los que investigaron y comprobaron la otra cara de la historia oficial y, especialmente, a quienes, contra toda la propaganda, medios pagos y "caravana de hechos", amaron tanto a su pueblo que lo arriesgaron todo por él.
A todos ustedes mi más profundo agradecimiento por el compromiso y el amor demostrado.
Hoy creo haberme ganado el honor de ser uno más junto a ustedes.