La indiferencia municipal frente al fracaso escolar de nuestros jóvenes.
Por José María Ramón
Candidato a la Intendencia de Trelew
Trelew, 08 de noviembre de 2006
En Chubut, y particularmente en Trelew, estamos viviendo un drama silencioso, una catástrofe social que condena nuestro porvenir como sociedad desarrollada. Este drama pasa inadvertido por la ausencia de verdaderos debates sobre nuestro futuro como región y por la anestesia que nos produce un período de reactivación económica imprescindible y muy bienvenida.
Me refiero al monumental fracaso de nuestro sistema educativo para crear en los jóvenes las condiciones de formación profesional que le permitan insertarse en un mundo y en un territorio cada día más exigente. Sea cual fuera el enfoque desde donde se lo analice (el económico, el tecnológico, lo informativo, el científico, el administrativo, etc.) las demandas de capacitación y competencia se multiplican.
Dada mi condición de candidato a la intendencia de Trelew, me encuentro en la obligación de reflexionar con la ciudadanía a partir de estadísticas oficiales a los efectos de brindarle un marco objetivo a las afirmaciones que realizaré.
En el año 2001 las escuelas de Chubut albergaban a 8.651 estudiantes cursando el 9º año de la EGB 3, que debían tres años después egresar del Polimodal. Sin embargo el 2004 nos encontró con un número muy distante de aquella expectativa, ya que sólo 3.208 alumnos lograron hacerlo. Es decir que casi 5500 jóvenes (63% - 6 c/10-) quedaron en el camino . De sostenerse este promedio durante los próximos cuatro años, 22.000 jóvenes estarán disponibles para ingresar al Sistema de Estacionamiento Medido de alguna de las ciudades de nuestra provincia.
Por otra parte, si en lugar de comparar el 9º año con el último del Polimodal lo hacemos con el total de la población adolescente, se revela un dato aún mucho más grave: de 42.873 jóvenes entre 15 y 19 años que vivían en la provincia (Censo 2001), tan sólo 16.653 (39%) asistían al colegio. De este modo, 26.220 chicos (61%) estaban fuera del sistema educativo. Por lo que todo cruce estadístico elemental para evaluar el escenario nos arroja un resultado escalofriante de deserción o fracaso escolar masivo en nuestros jóvenes.
Sólo un dato más, de aquellos 16.653 estudiantes del polimodal, sólo terminaron algún estudio superior no universitario 248, tanto en carreras docentes como técnico-profesionales.
Como consecuencia, un porcentaje cada vez más importante de jóvenes terminan en los diferentes sistemas de adultos, que en nuestra provincia alcanza los 6270 estudiantes que buscan terminar el polimodal o nivel medio.
Todas estas cifras (sintetizadas al máximo) prueban que más de la mitad de nuestros jóvenes, o bien no terminan la escolaridad elemental, que para el S. XXI es el Polimodal, lo hacen tarde tras varias experiencias de repitencia, o son expulsados del sistema para años más tarde reingresar al nivel de adultos.
Es importante que la ciudadanía entienda que sólo estoy hablando del Polimodal, que no considero aquí el porcentaje de jóvenes que se gradúa en la universidad de Trelew. De hacerlo, las conclusiones serían increíbles.
En este contexto, lo primero que debemos entender los partidos políticos, el gobierno, nuestro Municipio, los sindicatos, los medios de comunicación y la toda la sociedad, es que tenemos por delante un problema de envergadura que no está siendo abordado suficientemente, y que de no resolverse en tiempos razonables, nos impedirá ser una sociedad equilibrada, desarrollada, culta y democrática.
Para desarrollar nuestra región necesitamos muchos jóvenes que sean técnicos, profesionales de las más diversas áreas del desarrollo económico, social, cultural y tecnológico. Este es un requisito que esta fuera de discusión en cualquier teoría del desarrollo económico.
No seremos una sociedad verdaderamente próspera si tenemos a la mitad de las nuevas generaciones en condiciones para empleos precarios.
Aquí entonces debemos iniciar un verdadero debate que continúe en línea con el aumento de la inversión educativa que viene haciendo el gobierno, pero que vaya mucho más allá de ella. El gobierno debe reconocer que su estrategia es insuficiente, y que sus resultados son muy preocupantes.
En este sentido, la municipalidad de Trelew coopera y trabaja en conjunto con la provincia y la nación a la hora de articular estrategias del hormigón (básicamente asfalto e infraestructura), pero carece de liderazgo para agregar soluciones a una crisis educativa y cultural que ni siquiera advierte y en la cual su rol articulador local es importantísimo.
De forma urgente debemos iniciar un nuevo camino para empezar a tener mejores resultados en tres o cuatro años. Para ello, gobierno provincial y municipal, instituciones educativas de nuestra ciudad, la Universidad, las ONGs e investigadores debemos comenzar a sentarnos juntos para construir una verdadera planificación estratégica sobre el futuro de la educación de nuestros jóvenes.
Las salidas son complejas, multifacéticas, y demandan de todos nosotros el máximo esfuerzo. En ellas tenemos algunas certezas, no cambiaremos la situación concentrándonos en la mejora edilicia, las políticas de retención áulicas y la distribución de becas. Éstas son tres medidas necesarias de un conjunto mucho más amplio que debemos tomar simultáneamente. De lo contrario, podremos seguir mostrando edificios pintados y ganar elecciones, pero seguiremos condenando nuestro futuro como sociedad desarrollada.
Candidato a la Intendencia de Trelew
Trelew, 08 de noviembre de 2006
En Chubut, y particularmente en Trelew, estamos viviendo un drama silencioso, una catástrofe social que condena nuestro porvenir como sociedad desarrollada. Este drama pasa inadvertido por la ausencia de verdaderos debates sobre nuestro futuro como región y por la anestesia que nos produce un período de reactivación económica imprescindible y muy bienvenida.
Me refiero al monumental fracaso de nuestro sistema educativo para crear en los jóvenes las condiciones de formación profesional que le permitan insertarse en un mundo y en un territorio cada día más exigente. Sea cual fuera el enfoque desde donde se lo analice (el económico, el tecnológico, lo informativo, el científico, el administrativo, etc.) las demandas de capacitación y competencia se multiplican.
Dada mi condición de candidato a la intendencia de Trelew, me encuentro en la obligación de reflexionar con la ciudadanía a partir de estadísticas oficiales a los efectos de brindarle un marco objetivo a las afirmaciones que realizaré.
En el año 2001 las escuelas de Chubut albergaban a 8.651 estudiantes cursando el 9º año de la EGB 3, que debían tres años después egresar del Polimodal. Sin embargo el 2004 nos encontró con un número muy distante de aquella expectativa, ya que sólo 3.208 alumnos lograron hacerlo. Es decir que casi 5500 jóvenes (63% - 6 c/10-) quedaron en el camino . De sostenerse este promedio durante los próximos cuatro años, 22.000 jóvenes estarán disponibles para ingresar al Sistema de Estacionamiento Medido de alguna de las ciudades de nuestra provincia.
Por otra parte, si en lugar de comparar el 9º año con el último del Polimodal lo hacemos con el total de la población adolescente, se revela un dato aún mucho más grave: de 42.873 jóvenes entre 15 y 19 años que vivían en la provincia (Censo 2001), tan sólo 16.653 (39%) asistían al colegio. De este modo, 26.220 chicos (61%) estaban fuera del sistema educativo. Por lo que todo cruce estadístico elemental para evaluar el escenario nos arroja un resultado escalofriante de deserción o fracaso escolar masivo en nuestros jóvenes.
Sólo un dato más, de aquellos 16.653 estudiantes del polimodal, sólo terminaron algún estudio superior no universitario 248, tanto en carreras docentes como técnico-profesionales.
Como consecuencia, un porcentaje cada vez más importante de jóvenes terminan en los diferentes sistemas de adultos, que en nuestra provincia alcanza los 6270 estudiantes que buscan terminar el polimodal o nivel medio.
Todas estas cifras (sintetizadas al máximo) prueban que más de la mitad de nuestros jóvenes, o bien no terminan la escolaridad elemental, que para el S. XXI es el Polimodal, lo hacen tarde tras varias experiencias de repitencia, o son expulsados del sistema para años más tarde reingresar al nivel de adultos.
Es importante que la ciudadanía entienda que sólo estoy hablando del Polimodal, que no considero aquí el porcentaje de jóvenes que se gradúa en la universidad de Trelew. De hacerlo, las conclusiones serían increíbles.
En este contexto, lo primero que debemos entender los partidos políticos, el gobierno, nuestro Municipio, los sindicatos, los medios de comunicación y la toda la sociedad, es que tenemos por delante un problema de envergadura que no está siendo abordado suficientemente, y que de no resolverse en tiempos razonables, nos impedirá ser una sociedad equilibrada, desarrollada, culta y democrática.
Para desarrollar nuestra región necesitamos muchos jóvenes que sean técnicos, profesionales de las más diversas áreas del desarrollo económico, social, cultural y tecnológico. Este es un requisito que esta fuera de discusión en cualquier teoría del desarrollo económico.
No seremos una sociedad verdaderamente próspera si tenemos a la mitad de las nuevas generaciones en condiciones para empleos precarios.
Aquí entonces debemos iniciar un verdadero debate que continúe en línea con el aumento de la inversión educativa que viene haciendo el gobierno, pero que vaya mucho más allá de ella. El gobierno debe reconocer que su estrategia es insuficiente, y que sus resultados son muy preocupantes.
En este sentido, la municipalidad de Trelew coopera y trabaja en conjunto con la provincia y la nación a la hora de articular estrategias del hormigón (básicamente asfalto e infraestructura), pero carece de liderazgo para agregar soluciones a una crisis educativa y cultural que ni siquiera advierte y en la cual su rol articulador local es importantísimo.
De forma urgente debemos iniciar un nuevo camino para empezar a tener mejores resultados en tres o cuatro años. Para ello, gobierno provincial y municipal, instituciones educativas de nuestra ciudad, la Universidad, las ONGs e investigadores debemos comenzar a sentarnos juntos para construir una verdadera planificación estratégica sobre el futuro de la educación de nuestros jóvenes.
Las salidas son complejas, multifacéticas, y demandan de todos nosotros el máximo esfuerzo. En ellas tenemos algunas certezas, no cambiaremos la situación concentrándonos en la mejora edilicia, las políticas de retención áulicas y la distribución de becas. Éstas son tres medidas necesarias de un conjunto mucho más amplio que debemos tomar simultáneamente. De lo contrario, podremos seguir mostrando edificios pintados y ganar elecciones, pero seguiremos condenando nuestro futuro como sociedad desarrollada.
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