Carrió se aleja de López Murphy y golpea a Blumberg
Cuestionó a "la derecha de negocios"
El intenso y duradero amor político entre Elisa Carrió y Ricardo López Murphy comenzó a romperse ayer, al parecer de manera irremediable. Tal y como ocurre en el triste quiebre de muchos vínculos, hubo un tercero en discordia entre los dos ex correligionarios, hoy en distintas veredas: Juan Carlos Blumberg y su hasta ahora incompleto llamado al diálogo con distintas fuerzas opositoras. "No deseo enfrentarme con él. Nadie puede dudar lo que he ayudado y me he esforzado para que se pueda desprender de la derecha de negocios, pero cuando las personas no se ayudan no hay nada que hacer", sorprendió Carrió en diálogo telefónico con LA NACION desde Villa Gesell. El tono enojado de la líder de ARI tenía una razón concreta. Anteayer, López Murphy se había reunido con Blumberg y minutos más tarde, sin mencionar a la líder arista, aludió a la "descortesía o la soberbia" de Carrió, que calificó al padre de Axel Blumberg de "agente de Alberto Fernández". El cruce de estas últimas horas viene a quebrar un vínculo que unió a ambos dirigentes desde su origen común, en la UCR. Ambos apoyaron el gobierno de la Alianza -dónde López Murphy fue ministro- se opusieron al kirchnerismo y compartieron en los últimos años la defensa de principios institucionales y republicanos. La candidata a presidenta tenía hasta ayer cifradas esperanzas en sumar a López Murphy a la coalición cívica que organiza de cara a las elecciones del año próximo, a la que en principio se sumarían los socialistas, un sector del radicalismo disidente, referentes religiosos y representantes de organizaciones sociales. La decisión de López Murphy de continuar su alianza política con el líder de Compromiso para el Cambio, Mauricio Macri, era el principal escollo para ese acercamiento, aunque el diálogo entre ambos se mantuvo inalterable a lo largo de los años. "Igual sigo pensando que un centroderecha decente es bueno para el país", concedió Carrió, que en los últimos meses debió enfrentar no pocas disidencias internas por impulsar un acercamiento -aunque sea en forma de adhesión- del ex ministro de Economía de Fernando de la Rúa. Fiel a su rechazo al "rejuntado electoral", Carrió volvió a criticar en duras términos a Blumberg, y lo vinculó directamente con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández.
Enojo
"Me llamaron a dialogar después de mi declaración, y no se puede invocar el nombre de las personas públicamente, sin hablar previamente con ellas", criticó. Y apuntó directo a la Casa Rosada. "Alberto Fernández está diagramando el panorama electoral no sólo del oficialismo sino también el de la oposición. Respeto profundamente el dolor de Blumberg por la muerte de su hijo, pero sé de la íntima relación suya con el jefe de Gabinete", denunció.
-¿Por qué rechazar de plano todo diálogo antes de escuchar propuestas?
-Tengo el deber moral que evitar que gran parte de la población caiga en la trampa de una oposición cómplice de negocios con el Gobierno y silenciosa en materia de producción.
-¿ A quien se refiere?
-Son los hombres de negocios, como Macri y Jorge Sobisch, cuyo interés por los negocios es superior a la causa de la Nación. Sé que eso viene, por eso fui dura en la respuesta. Ese pacto va a ser bien evidente en poco tiempo, y la sociedad argentina va a entender muy bien por qué digo lo que digo. Ajena a los vaivenes de sus disputas con viejos aliados, Carrió continuará mañana su gira por la costa bonaerense en San Bernardo, mañana estará nuevamente en Mar del Plata y el periplo culminará un día después, en Miramar. A mediados de febrero, la líder de ARI retomará los contactos con sectores religiosos, empresarios y piqueteros para sumarlos a la coalición. Deberá resolver algunos problemas urgentes, como la indefinición sobre la candidatura propia a jefe de gobierno en territorio porteño.
Por Jaime Rosemberg
De la Redacción de LA NACION
El intenso y duradero amor político entre Elisa Carrió y Ricardo López Murphy comenzó a romperse ayer, al parecer de manera irremediable. Tal y como ocurre en el triste quiebre de muchos vínculos, hubo un tercero en discordia entre los dos ex correligionarios, hoy en distintas veredas: Juan Carlos Blumberg y su hasta ahora incompleto llamado al diálogo con distintas fuerzas opositoras. "No deseo enfrentarme con él. Nadie puede dudar lo que he ayudado y me he esforzado para que se pueda desprender de la derecha de negocios, pero cuando las personas no se ayudan no hay nada que hacer", sorprendió Carrió en diálogo telefónico con LA NACION desde Villa Gesell. El tono enojado de la líder de ARI tenía una razón concreta. Anteayer, López Murphy se había reunido con Blumberg y minutos más tarde, sin mencionar a la líder arista, aludió a la "descortesía o la soberbia" de Carrió, que calificó al padre de Axel Blumberg de "agente de Alberto Fernández". El cruce de estas últimas horas viene a quebrar un vínculo que unió a ambos dirigentes desde su origen común, en la UCR. Ambos apoyaron el gobierno de la Alianza -dónde López Murphy fue ministro- se opusieron al kirchnerismo y compartieron en los últimos años la defensa de principios institucionales y republicanos. La candidata a presidenta tenía hasta ayer cifradas esperanzas en sumar a López Murphy a la coalición cívica que organiza de cara a las elecciones del año próximo, a la que en principio se sumarían los socialistas, un sector del radicalismo disidente, referentes religiosos y representantes de organizaciones sociales. La decisión de López Murphy de continuar su alianza política con el líder de Compromiso para el Cambio, Mauricio Macri, era el principal escollo para ese acercamiento, aunque el diálogo entre ambos se mantuvo inalterable a lo largo de los años. "Igual sigo pensando que un centroderecha decente es bueno para el país", concedió Carrió, que en los últimos meses debió enfrentar no pocas disidencias internas por impulsar un acercamiento -aunque sea en forma de adhesión- del ex ministro de Economía de Fernando de la Rúa. Fiel a su rechazo al "rejuntado electoral", Carrió volvió a criticar en duras términos a Blumberg, y lo vinculó directamente con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández.
Enojo
"Me llamaron a dialogar después de mi declaración, y no se puede invocar el nombre de las personas públicamente, sin hablar previamente con ellas", criticó. Y apuntó directo a la Casa Rosada. "Alberto Fernández está diagramando el panorama electoral no sólo del oficialismo sino también el de la oposición. Respeto profundamente el dolor de Blumberg por la muerte de su hijo, pero sé de la íntima relación suya con el jefe de Gabinete", denunció.
-¿Por qué rechazar de plano todo diálogo antes de escuchar propuestas?
-Tengo el deber moral que evitar que gran parte de la población caiga en la trampa de una oposición cómplice de negocios con el Gobierno y silenciosa en materia de producción.
-¿ A quien se refiere?
-Son los hombres de negocios, como Macri y Jorge Sobisch, cuyo interés por los negocios es superior a la causa de la Nación. Sé que eso viene, por eso fui dura en la respuesta. Ese pacto va a ser bien evidente en poco tiempo, y la sociedad argentina va a entender muy bien por qué digo lo que digo. Ajena a los vaivenes de sus disputas con viejos aliados, Carrió continuará mañana su gira por la costa bonaerense en San Bernardo, mañana estará nuevamente en Mar del Plata y el periplo culminará un día después, en Miramar. A mediados de febrero, la líder de ARI retomará los contactos con sectores religiosos, empresarios y piqueteros para sumarlos a la coalición. Deberá resolver algunos problemas urgentes, como la indefinición sobre la candidatura propia a jefe de gobierno en territorio porteño.
Por Jaime Rosemberg
De la Redacción de LA NACION
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