ARI Chubut

lunes, marzo 12, 2007

Tres mitos sobre la provincia de Buenos Aires

por Carlos Raimundi (*)
Primer mito: "la Provincia acompaña a la Nación". El gobernador de la Provincia de Buenos Aires repite incansablemente, en una actitud intimidatoria de cualquier postura opositora, que la Provincia no puede ser gobernada por un proyecto distinto al del Presidente.Esto induce a identificar gobernabilidad con candidato oficial, ya que, de otro modo, los exiguos fondos nacionales que recibe la Provincia se dejarían de percibir en caso de asumir un gobierno de otro signo.No obstante, la disimilitud financiera entre Nación y Provincia de Buenos Aires es abismal. Mientras la Nación ostenta un superávit fiscal y comercial sin antecedentes, los indicadores hablan de una exitosa recaudación y el Banco Central dice haber recuperado las reservas que pagó al FMI, la Provincia acumuló un déficit de 1.109 millones durante 2006, en el marco de un endeudamiento global de 33.000 millones, cifra 15 % superior a su presupuesto para 2007.A la par que el histriónico Lic. Montoya sobreactúa su vocación recaudadora, una ley provincial votada a fines de 2006 prorrogó la eximición del impuesto a los ingresos brutos y de sellos a las empresas de trasporte automotor, sin exigencia alguna de que mejoren sus servicios. Según un encomiable trabajo del Diputado Provincial Walter Martello (ARI), la medicina privada, las cadenas farmacéuticas y los frigoríficos poseen alícuotas reducidas de ingresos brutos, lo que priva al Estado provincial (es decir, a las escuelas y hospitales públicos, a la seguridad, a la justicia), de un total de 300 millones de pesos.Este desorden obedece a dos tipos de motivos: a) la deuda de la Nación con la Provincia por coparticipación, b) la mala administración de los recursos propios.Segundo mito: que las autoridades luchan por la coparticipación.Sólo en 2006, la Provincia resignó recursos coparticipables por más de 3.000 millones. La Nación recaudó en concepto de impuesto a las ganancias un total de 37.236 millones, de los cuales a los bonaerenses nos corresponden 3.700, contra el injusto tope de 650 millones que se autoimpuso la Provincia y la maniata. De cumplirse la proyección de 41.000 millones para 2007, la diferencia entre el derecho de los bonaerenses y lo asignado ascendería a más de 3.500 millones.¿Cómo se podría reencauzar este proceso? Votando bonaerenses que se planten ante el gobierno nacional y no funcionarios nacionales que se justifiquen ante los bonaerenses, como la primera dama y el vicepresidente.Tercer mito: Solá sacó a la Provincia de la crisis.En diciembre de este año, Solá dejará la Provincia con una deuda de 33.000 millones de pesos, un 380 % más que en 2000. Sus necesidades financieras pasaron de 102 a 1.599 millones, un 1.455 % superior, con una incidencia de 5,7 % en el presupuesto 2007.Los gastos reservados ascienden a 1,5 millones, superando el presupuesto anual del Consejo Provincial para las personas con discapacidades. Con más de 4,5 millones de personas con problemas de consumo de drogas ilegales, siguiendo el trabajo del Diputado Martello, la estructura de internación presupuestada alcanza apenas a 500 personas.Para colmo de males, el gobierno prorrogó anticipadamente por 15 años las concesiones a las multinacionales que explotan los bingos y tragamonedas, lo que privaría a la Provincia de alrededor de 30 mil millones hasta 2021, en la medida que se mantenga la tendencia de crecimiento anual que se viene registrando.Corolario de todo este contrasentido: Scioli defiende al gobierno de Solá. Solá dice que hay que votar a Scioli. Y las clases estuvieron a punto de no comenzar el día que debían.
(*): Diputado Nacional y Candidato a Gobernador por el ARI de la Provincia de Buenos Aires.


 
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