ENTREVISTA-Candidata Carrió alerta a argentinos por corrupción

BUENOS AIRES

Por Lucas Bergman

Elisa Carrió, candidata a presidenta de Argentina y una de las más firmes opositoras al gobierno, dijo que ganará las elecciones de octubre porque la sociedad finalmente abrirá los ojos a la corrupción y el totalitarismo que denuncia en la gestión de Néstor Kirchner.
Carrió, quien buscará por segunda vez la presidencia luego de captar un 14 por ciento de los votos en los comicios del 2003, criticó la política económica oficial y aseguró que el fuerte crecimiento logrado en los últimos años fue pese a Kirchner y no gracias a él.
La candidata por la nueva Coalición Cívica, un espacio que agrupa a varios partidos políticos, incluido el que Carrió fundó en el 2001, dijo que los comicios de octubre serán sus últimos tras 14 años de dedicación completa a la política, con un combativo discurso y duras denuncias anticorrupción.
"Yo tengo la confianza ciega en la victoria. Yo creo que la conciencia de la personas algún día grita con una voz más potente que la conveniencia de las personas," dijo Carrió en una entrevista con Reuters.
"No estamos frente a dictadura que no puede ser revertida. Estamos frente a una dictadura que puede ser revertida por la conciencia colectiva y por su voto. Y la responsabilidad del voto es tan importante como nuestro papel," agregó, apelando a una reacción ciudadana que las encuestas no parecen mostrar.
Argentina elegirá presidente en octubre y los sondeos muestran un firme liderazgo de Kirchner si busca su reelección, así como de su esposa, la senadora Cristina Fernández, si es finalmente la candidata elegida por el oficialismo.
La economía local transita su quinto año de crecimiento económico a tasas superiores al 8,0 por ciento, lo que le permite a Kirchner mostrar una caída a la mitad en los niveles de pobreza, desempleo e indigencia.
También la política de enjuiciamiento a los represores de la dictadura que gobernó el país entre 1976 y 1983, aparece como una de las cartas ganadoras del oficialismo para los comicios, según analistas.
"Le ha tocado (a Kirchner) un ciclo económico bueno. Ellos no han hecho nada por ese ciclo económico, ese ciclo económico es internacional," dijo Carrió.
Carrió, nacida en 1956, y el ex ministro de Economía de Kirchner, Roberto Lavagna, aparecen en las encuestas disputando el segundo lugar, aunque muy por debajo del presidente y su esposa.
Pero la candidata, que recibió a Reuters en su departamento rentado en un céntrico barrio de Buenos Aires, no parece desesperarse por los sondeos que considera prematuros y apuesta a una caída en la popularidad de Kirchner, por la difusión de hechos de corrupción y de totalitarismo oficial.
"El poder está en una etapa irracional muy grande. Irracionalidad en todo el comportamiento político," afirmó Carrió. "El presidente ha perdido más de 20 puntos (de popularidad) en dos meses. Puede haber un proceso de autodeterioro o liquidación," agregó.
La candidata recordó la feroz pérdida de popularidad del presidente Fernando de la Rúa y de su ministro de Economía, Domingo Cavallo, entre principios y fines del 2001, que concluyó con la caída del gobierno, en medio de masivas protestas populares y una enorme crisis económica.
CORRUPCION
Carrió dijo también que existen elevados niveles de corrupción en el gobierno de Kircher y estimó que se pagan sobreprecios en licitaciones de obras públicas por 4.000 millones de pesos, unos 1.280 millones de dólares, por año.
La justicia argentina investiga desde hace unos meses si se hicieron pagos indebidos en obras energéticas, que podrían involucrar a altos funcionarios públicos.
"Cuando más se han robado en la Argentina son en los ciclos de crecimiento económico," dijo la polémica candidata, que aseguró que en el 2003 ya había denunciado la corrupción oficial mediante licitaciones de obras públicas.
La ex diputada apuesta a liderar una concientización social en el país y espera que la sociedad priorice la institucionalidad al beneficio económico que está generando el crecimiento.
"Lo importante es que haya algunos que en momentos de confusión pública sepan a dónde vamos. De modo tal, que el día que la sociedad se dé cuenta y entre a la barca, vos le digas: 'Acá vamos,"' afirmó.
"Mientras tanto no pensemos que todo el mundo va a darse cuenta. Porque es una sociedad tan sufrida, tan tradicionada, que no quiere ver. Por eso sólo ve con su bolsillo, porque se ha negado a ver con el corazón y con los valores," concluyó.